DV8 - The cost of living — Fiver Dance
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DV8 – The cost of living

Finalist / Fiver Awards 2021

DV8 – The cost of living

Título: The Cost of Living Año: 2005 Duración: 35 minutos Director: Lloyd Newson Productora: DV8 Physical Theatre País: Inglaterra

Es la historia de Eddie y David, dos artistas callejeros que además comparten una estrecha amistad. La película nos muestra algunos momentos de la vida cotidiana de estos dos jóvenes, que también se relacionan con otros personajes como Rowen, otro joven artista que jamás pronuncia una sola palabra, no es que sea mudo, pero su personaje no parece tener necesidad de hablar. Tom, también forma parte del colectivo de artistas, es homosexual y objeto de los continuos ataques de David. También aparecen mujeres, y por lo menos dos tienen importancia en la película, aunque ninguna tiene nombre. Una de ellas mantiene un brevísimo romance con David; la otra, que jamás habla, atrae poderosamente a Rowen en el instante en que la mira, ella balancea un hula hoop en todas la escenas en que aparece.

Las relaciones entre los personajes se establecen en parejas, aunque la pareja principal es la de David y Eddie. Ambos muestran ciertaoposición;

por un lado, Eddie, eternamente inconforme, vocifera su enojo por la ausencia de espectadores en su espectáculo, por la falta de un empleo seguro y por su condición marginal. David, por otro lado, es apacible, más bien callado, con un deseo manifiesto de compañía, en él se observa una fascinación por lo femenino que se traduce en curiosidad, coqueteo y seducción. La diferencia radical entre ambos, y que otorga coherencia a las relaciones entre personajes, es que David no tiene piernas. Su cuerpo es la única marca visible de las radicales diferencias entre los personajes. La relación del ‘dos’, es la relación problemática de la diferencia, de las distinciones que en el ‘uno’ no existen, el ‘dos’ es ya la posibilidad del encuentro con el otro. Particularmente en The cost of living, parece que se trata justo de las posibilidades del encuentro y no del encuentro en sí mismo. Siempre huidizo, el otro como figura de la diferencia es enigmático. Las escenas de danza, que transcurren como parte de la película, le dan cohesión y otorgan un elemento de reflexión que se añade a la historia y al carácter de los personajes. En la primera escena, se ve una coreografía perfectamente sincronizada de movimientos, que ejecutan seis personas con máscaras de payaso, solo es visible la cabeza y el pecho. De pronto, Eddie se quita la máscara y grita al escaso público que los observa, su odio por la insuficiente paga que reciben por el trabajo, reta a los espectadores que van llegando y reprocha su impuntualidad. Mientras grita, se va desprendiendo de los movimientos sincronizados que el resto de sus compañeros sigue ejecutando. Finalmente sale del pequeño escenario y termina la presentación, como consecuencia se ha quedado sin trabajo. Eddie llama a David, se abre una pequeña puerta del escenario, y David sale de un salto caminando con las manos. La siguiente escena significativa ocurre mientras Eddie y David están en su departamento. David mira por la ventana a dos mujeres jóvenes que bailan en puntas en el jardín, sus piernas hermosas y la sincronía de sus movimientos destacan del paisaje habitacional. David les habla y pide bailar con ellas, el corto diálogo es muy bello: DAVID: ¿Seguirán allí cuando bajemos? BAILARINA: Por su puesto

Cuando Eddie y David bajan las chicas han desaparecido, como si nunca hubieran estado ahí. Miran desolados hacia todas direcciones, las mujeres, con sus bellas figuras y sus movimientos acompasados se han desvanecido. La presencia femenina huidiza, es para los protagonistas, el referente de una belleza inaccesible e incomprensible que hace iguales a Eddie y a David. La diferencia ahora opera al nivel de los sexos, una diferencia que la película construye continuamente desde lugares diferentes. La desaparición de las bailarinas, que ‘hicieron pareja’ con Eddie y David, continua en otra parte de la película, donde Rowen, Eddie y David hacen ‘una trampa’ para entrar a un bar de moda. ‘La trampa’ consiste en que David, el inválido, necesita entrar al baño del bar. En la escena siguiente Rowen y Eddie están dentro, mirando desde lejos a la gente. Y es el movimiento de los cuerpos, la comunicación entre ellos, lo que constituye esa escena: Rowen pone la mano en el hombro de Eddie, y él, en medio del furor de su eterno reclamo de rebeldía, comienza a moverse cada vez con más euforia. Al ritmo de la música Eddie crea una coreografía de intimidación, en la que sorprendentemente Rowen permanece inmóvil, inexpresivo y sin pronunciar palabra. Entre ellos hay una suerte de ventriloquismo de movimiento, entre un cuerpo y el otro, una suerte de comunicación se presentifica. El interés que tiene para mi esa comunicación que sucede a través del contacto corporal es la pregunta por el cuerpo. En la escena donde Rowen y Eddie están unidos por el contacto de la mano se introduce la pregunta por el número de cuerpos que hay ahí, si en efecto se trata de dos cuerpos, uno que baila y otro que cede su movimiento al otro. ¿Qué es el cuerpo?, ¿en qué consiste esa extraña presencia que conjuga el espacio y el tiempo en eso que llamamos movimiento?, ¿esa materialidad a la que llamamos cuerpo, nuestro cuerpo, es unidad o la multiplicidad que presentimos en el movimiento de la danza? Un cuerpo que se multiplica, diversifica y se transforma en el movimiento del baile “este cuerpo actual que llamo mío, el centinela que asiste silenciosamente a mis palabras y mis actos” (Merleau-Ponty, 1986: 11). En ese sentido, la corporalidad, que manifiesta la escena del ventriloquismo de movimiento, nada tiene que ver con la unidad cerrada del monólogo, en esta corporeidad es el otro con su escucha, su mirada y su contacto quien pone de manifiesto que el cuerpo no es unidad ni estabilidad temporal, en él hierven lo recruzamientos con otros cuerpos, la multiplicidad es presencia.

La otra escena en donde se observa la presencia de una corporeidad múltiple está a cargo de David y una bailarina en un estudio de ballet, el contacto entre esos dos cuerpos, el baile armónico, y hasta amoroso hacen aparecer un cuerpo multiplicado. Se encuentran en un momento breve, sólo ellos dos, con el acompañamiento de la música su danza erótica muestra la dificultad para discernir las dos presencias, ambos se ‘con-funden’ por instantes. Después de ese breve tiempo la bailarina se separa de David y, como si no hubiera pasado nada, se retira y conversa con alguien. Si bien, entre la escena de Rowen y Eddie, y la de David y la bailarina, no existe una continuidad temática, si hay una misma perspectiva de la corporeidad, estas escenas de roce entre los cuerpos sugieren una ‘escritura’ de la corporeidad, un tejido que crea continuidad entre los personajes. Me refiero a ‘la escritura’ que apunta Jean-Luc Nancy: (…) quien escribe no toca a modo de captura, del agarrar de la mano, sino que toca al modo del dirigirse, del enviarse al toque de un afuera, de algo que se hurta, se aparta, se espacia. Su mismo toque, y que es justamente su toque, viene a serle en un principio retirado, espaciado, apartado. Escribir se dirige así. Escribir es el pensamiento dirigido, enviado al cuerpo, es decir a lo que lo separa, a lo que lo hace extraño (Nancy, 2003a: 18-19).

 

 

 

Title

DV8 Retrospective

Director

Lloyd Newson

Performers and Choreographers

Janiro Ottens, Jinko Adams, Merel Vorst

Producer

Noa Zimmerman

Country

Netherlands

Time

4'

Year

2021